Riesgos
al ser vacunado
La Creación de este Blogs fue motivada por la
reactivación de enfermedades inmunológicas en pacientes, luego de aplicarse
alguna vacuna y la aparición de una nueva modalidad de polineuropatía axonal en
personas con antecedentes personales o familiares de enfermedades autoinmunes.
Se planteó la teoría de que la población con antecedentes de trastornos
inmunológicos del tipo “hiperfunción” son más susceptibles a desarrollar
enfermedades autoinmunes, la idea no es original, ya que este tema lo
discutimos en mi época de estudiante con médicos de formación científica
sólida.
Desgraciadamente este tipo de investigación
no encuentra usualmente patrocinio económico y más bien es combatida por las
multinacionales farmacéuticas. Sin embargo las personas que han leído el Blog
se han enterado de que algunos pocos valientes han hecho publicaciones
sobre el asunto y en este momento hay varios grupos de investigadores que
publican en muy pocas revistas médicas, estudios realizados en animales e
investigaciones en pacientes que han empeorado o iniciado una enfermedad
autoinmune a raíz de una vacunación.
Pueden las vacunas inducir el Síndrome de Guillain Barré
Una vacuna es un compuesto
farmacológico que tiene como finalidad estimular el sistema inmune o sistema de
defensa del cuerpo humano o de animales, para que reaccione y se
defienda contra un determinado agente patógeno o enfermedad.
La historia nos demuestra
que hay vacunas que han sido y siguen siendo de gran utilidad para
prevenir algunas enfermedades. Sin embargo no están exentas de
riesgo para un grupo “susceptible” de la población general (al que luego
me referiré) y para toda la población cuando su elaboración no ha seguido
normas estrictas o cuando en su composición se han introducido ciertas
sustancias coadyuvantes (elementos que se agregan a la vacuna para
aumentar la respuesta del sistema inmune) o preservantes (sustancias
adicionadas al envase que contiene multidosis de una vacuna para
evitar que estas se "descompongan"), o cuando no se han realizado los
ensayos experimentales de rigor científico que prueben la eficacia del
producto y sus efectos secundarios, primero en animales y luego en humanos,
etc.
Lamentablemente, las bacterias
- sobre todo los virus - pueden mutar (cambiar su estructura
antigénica) de manera que una vacuna que hace algunos años nos proporcionaba
una adecuada seguridad para protegernos de una enfermedad. (por ejemplo, las
paperas) si la utilizamos ahora, no nos dará la protección deseada. Este
fenómeno ha sucedido en Norteamérica, donde una compañía farmacéutica ha sido
demandada por simular la efectividad de una vacuna.
Pero el problema es más serio. Para
entender mejor por qué una vacuna puede enfermarnos, vamos a recurrir a
una vieja enfermedad, que fue motivo de que muchos jóvenes padecieran del
corazón o del cerebro: la fiebre reumática.
En mis tiempos de estudiante de
fisiopatología - curso en el que conté con excelentes profesores - mi recordado
maestro Dr. Jorge Suárez Loaiza hacía de algunos temas áridos una verdadera
poesía. Uno de los tópicos que le apasionaban en grado extremo era el de
la Fiebre reumática, asunto que, sin embargo no tiene nada de árido.
El repetía algunas frases de sus
maestros mexicanos: “ La fiebre reumática lame las articulaciones
y roe el corazón”, porque el paciente presenta inflamaciones que
“saltan” de una articulación a otra sin dejarles grandes daños, pero se
”comen” las válvulas cardiacas. Si la situación no es tratada oportuna y
adecuadamente, el enfermo es conducido a la insuficiencia cardiaca y a la
muerte. En algunos casos de estos, los médicos pudimos observar, además
disfunción cerebral que se manifestaba como corea (Corea de Sydenham).
La fiebre reumática solía aparecer principalmente en
algunos miembros de familias que vivían en las riberas de ríos y riachuelos,
generalmente en condiciones precarias. El paciente presentaba una infección
faríngea (amigdalitis por
infección de bacterias: estreptococos beta hemolíticos).
El sistema inmune o sistema de defensa,
en un intento de controlar la infección provocada por estas bacterias,
produce anticuerpos que,
por error , atacan las estructuras de las articulaciones, de las válvulas
cardíacas y de ciertas zonas del cerebro, porque las confunden con las
bacterias enemigas debido a la similitud
en los determinantes antigénicos o epítopes de las bacterias y de las
estructuras anatómicas citadas. Esto provoca inflamación en dichas áreas y
destrucción de tejidos en el caso de las válvulas cardiacas. Gracias a estudios
epidemiológicos y anatomopatolólogicos, se logró conocer lo que sucedía; y con
el uso de penicilinas de depósito u otros antibióticos se consiguió prevenir
las infecciones a repetición e impedir que se produjeran los daños antes
citados (gran éxito, sin duda de la epidemiología y de la medicina preventiva).
Un ejemplo nos ayudará a entender uno
de los riesgos de las vacunas: el Síndrome de Guillain Barré y las neuropatías
crónicas autoinmunes, que nos permitirán llegar al punto hipotético que
deseamos.
El cuerpo humano se enfrenta a una noxa
(agente patógeno que le agrede) determinada, llámese virus, bacteria o vacuna y
trata de defenderse produciendo anticuerpos u otro tipo de reacción celular
contra ella.
En la mayoría de los casos, el objetivo
del ”ejército defensivo del cuerpo humano” logra su meta, controlar
la infección viral o bacteriana; o consigue la cantidad de anticuerpos deseados
para evitar una infección, en el caso de las vacunas. Esto es lo que generalmente sucede
cuando la eficacia y la seguridad de la vacuna han sido demostradas científicamente, se ha fabricados según
normas estrictas y se aplica en la población adecuada.
Pero existe un grupo de personas
que va a reaccionar de una manera distinta debido a algunos de los
siguientes factores:
1) Formulación inconveniente de la vacuna, con coadyuvantes o preservantes que
provocan una verdadera esquizofrenia inmunológica. como sucedió con los
vacunados durante la guerra del Golfo Pérsico (síndrome llamado, por sus siglas
en inglés “ASIA”).
2) El afectado tiene un sistema inmune hiper
o
disfuncionante.
Estos últimos individuos suelen
ser llamados "atópicos"
porque presentan asma bronquial alérgica o alergia a medicamentos o sustancias ambientales;
han padecido, padecen, o tienen latente alguna enfermedad autoinmune como la
miastenia gravis, polimiositis, artritis reumatoide, lupus eritematoso
sistémico, esclerosis múltiple, polimialgia reumática, tiroiditis autoinmune,
arteritis de células gigantes, otras vasculitis, etc.
Es habitual que estos pacientes sufran
dos o más de estas enfermedades en el transcurso de sus vidas. A veces, el individuo afectado por una vacuna no
tiene experiencias personales de enfermedad autoinmune, pero sí existe ese
antecedente entre sus familiares, lo que sugiere un trasfondo genético del
problema.
Pueden producir las
vacunas, enfermedades diferentes al Guillain Barré
Cuando la reacción del cuerpo humano a
la noxa (virus, bacterias o vacunas) se manifiesta como una enfermedad
sistémica (de todo el cuerpo) es posible que el médico pueda medir la presencia
de anticuerpos anormales en la sangre; pero cuando la reacción ocurre en los
nervios, la médula o el cerebro (sistema nervioso), la comprobación de
anticuerpos suele ser mas difícil, primero porque las estructuras nerviosas
tienen su propio sistema de defensa ( sistema inmunológico), y segundo, porque
la investigación en este campo (neuroinmunología) no está tan desarrollada como
para el resto del cuerpo.
En la circunstancia
del Síndrome de Guillain Barré, el detonante suele ser un
virus, una bacteria o una vacuna que estimula e hiperactiva el sistema
inmunológico, como resultado de lo cual provoca una “polimieloradiculoneuritis”
(se afecta la médula espinal, las raíces nerviosas y muchos nervios
periféricos. Esta se manifiesta como debilidad muscular progresiva, asociada en
ocasiones a trastornos sensitivos, dolor y disfunción del sistema nervioso
autónomo; cuya consecuencia son los trastornos cardiacos y de la presión
arterial.
En estos casos, un estudio
neurofisiológico inmediato puede corroborar el diagnóstico. Las personas
con características de gravedad clínica o electrofisiológica, deben ser
tratadas a la mayor brevedad posible con altas dosis de gammaglobulina durante
cinco días. Sin embargo, no solo Síndrome de Guillain Barré ha sido reportado
después de una vacunación:, la lista de enfermedades y síndromes nuevos es
larga (los interesados pueden consultar mi blog en Internet:
debovacunarme.blogspot.com)
Algunas personas me
han preguntado en mi consultorio o por correo electrónico si deben
vacunarse.
Mi consejo es el siguiente¨:Si existen
antecedentes familiares o personales de enfermedades autoinmunes, deben aceptarse las vacunas que
sean estrictamente necesarias para preservar la vida. Pero, además
conviene estar enterados de quien es el fabricante y haber leído el prospecto
que trae la vacuna.
Esta pregunta se la hice recientemente
a un catedrático británico inmunólogo, Su respuesta fue que alguno de sus
colegas les decían a los pacientes que si visitaban un lugar de riesgo (por
ejemplo Brasil), se alojaran en un buen hotel y no visitaran zonas cercanas a
la selva, obviamente para evitar la vacunación contra la fiebre
amarilla.
¿Cuál es la pregunta que origina mi
hipótesis?
Las personas con antecedentes
familiares o personales de enfermedades autoinmunes ¿tienen una mayor
posibilidad de desarrollar una complicación ante una vacuna?
Mi respuesta es que sí, con base
en mi experiencia personal de treinta años como neurólogo y de los casos que
estoy recogiendo y documentando desde 1999. Sin embargo, para la medicina basada en la
evidencia, no son suficientes
las experiencias personales, ni los informes con un número reducido de
casos. Para aclarar adecuadamente este problema, deben realizarse estudios en
poblaciones más grandes y siguiendo un diseño y protocolo científico estricto.
Además, estos estudios deben ser dirigidos y ejecutados por personas cuya
ética, moral y honradez sean parte fundamental y comprobada en su vida
profesional.
Por lo anterior, concluimos que
la decisión política para introducir vacunas nuevas o vacunas viejas
modificadas deben basarse en estudios científicos y técnicos objetivos,
realizados no solo en el nivel internacional sino también en el local. Las
vacunas no son buenas “per se”, discernir cuáles son las necesarias para
nuestra población y cuáles de las que ofrece el mercado mundial
representan el menor riesgo, es un deber de los que ejercen el poder de
decisión en este tema.
En el ámbito individual, antes de decidir
vacunarse, cada persona debe tener en cuenta sus antecedentes personales y
familiares de enfermedades autoinmunes y la susceptibilidad propia a vacunas
anteriores.
La intención de este trabajo es dejar
la duda, madre del conocimiento, como lo planteara Hipócrates. En segundo
lugar, despertar entre los miembros de las universidades, la CCSS, el
Ministerio de salud y la medicina privada, el deseo de realizar investigaciones
epidemiológicas y de dar seguimiento a
las personas vacunadas. En tercer lugar, conseguir que las campañas de vacunación se
realicen bajo consentimiento informado, orden que dio la Sala Cuarta y que la
CCSS no cumplió, basándose en una ley anticuada que atenta contra los derechos
humanos.
Dr. Gerardo Del Valle Carazo. Cédula 1 0355 0393 Código Médico 1341
Médico Cirujano, Especialista en Neurología y
Medicina Interna
Centro especial Ramón y Cajal Madrid España,
Universidad de Costa Rica.
Sitios web:
debovacunarme.blogspot.com perlasclinicas.blogspot.com
Virus de la influenza
cobran 10 muertes??
Como no estoy seguro que
incluyan mi comentario en la versión electrónica del diario (como suele
suceder)
La incluyo en el Blog.
La historia de
la medicina nos ha demostrado que varios paradigmas que se habían utilizado,
(con el pasar de los años y el disponer de nuevos métodos diagnósticos que nos
permiten realizar medicina basada en la evidencia) han resultado falsos.
Cuando
aparecieron las determinaciones de títulos de anticuerpos en la practica
clínica, muchos casos de encefalitis fueron considerados como encefalitis
causadas por el virus herpes.
Sin embargo en
el Massachusetts General Hospital, en Estados Unidos, se conservaron muestras
de tejido cerebral de estos pacientes y cuando se pudo visualizar las
partículas virales con la microscopía electrónica, se determinó que una gran
mayoría de estos casos de encefalitis no eran provocados por este virus, sino
por otros mas agresivos. Hay una serie de virus oportunistas que viven en nuestros
cuerpos sin manifestar enfermedad y ante una situación de estrés importante o
una enfermedad de fondo, pueden manifestarse: se elevan los títulos de
anticuerpos contras el virus y la expresión genómica de ellos en nuestros
cuerpos. ( se puede detectar en nuestro cuerpos las secuencias de genes del
virus)
Sin embargo
usualmente no suelen ser las causas de Muerte sino un
factor agregado a la comorbilidad del paciente..
Si no hay un
estudio anatomopatológico concienzudo de estos casos, que debía incluir microscopia
electrónica, no se puede afirmar fehacientemente que un determinado virus sea
la causa de Muerte.
Recientemente
me enteré de un caso de una anciana que fue vacunada y desarrolló un síndrome
de Guillain Barre como efecto secundario de la vacuna.
Lamentablemente
los clínicos encargados del caso hicieron tarde el diagnostico y el paciente se
debilito rápidamente sin recibir el tratamiento
con gamma-globulina humana en las primeras horas de desarrollado el
caso.
Este es la otra
cara de la moneda: el paciente tenía un carcinoma diseminado de fondo el cual
se diagnosticó también tardíamente ( comorbilidad) y
Falleció.
Posiblemente
también hubiese fallecido si en lugar del efecto secundario de la vacuna, le hubiera
dado una fuerte gripe y su tratamiento se hubiese retardado.
Lamentablemente
no existen estudios de los efectos a largo plazo de las vacunas y obviamente
estos no van a ser subvencionados por las multinacionales que las producen pues
se expondrían a perder su negocio.
A nivel mundial
hay todo un movimiento en contra de la vacunación, contra condiciones que
usualmente no ponen en peligro la vida humana, sobre todo porque hay familias
con sistemas inmunes híperfuncionantes, que van a reaccionar contra las
vacunas, atacando sistemas del propio cuerpo del paciente. (Enfermedades
autoinmunes).
Les sugiero
leer en el siguiente enlace:
PD mi Madre de
95 años no se vacuna.
Dr. Gerardo Del
Valle Carazo
Neurología
Medicina Interna
Código 1341
Debovacunarme.blogspot.com
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